lunes, 7 de enero de 2013

Sierra de la Corona desde Asín de Broto

Tres Sorores, Collado de Añisclo, Tres Marías, a la izquierda de Punta Corona
 
La apertura de la nueva carretera que deja la distancia entre Sabiñánigo y Fiscal en 23 kilómetros facilita nuevas posibilidades en el valle medio del Ara. Para la Clásica de San Esteban de 2012 nos desplazamos hasta Asín de Broto con el ánimo de descubrir la Sierra de la Corona, un macizo situado al sur de Ordesa, al noreste de Canciás, continuación natural del cordal Erata-Pelopín-Manchoya.
Ermita de San Mamés, dominando el valle del Ara
Progresamos por la parte alta de Asín en busca de la ermita de San Mamés, que se encuentra a una media hora de caminata y siguiendo la dirección del valle. A nuestras espaldas divisamos el macizo de Tendeñera-Otal y más al fondo, Vignemale. No abunda la vegetación, predominan los bojes y rosales silvestres, vemos algunos robles, aún con hojas. Podemos realizar casi todo el recorrido por pista, de hecho es lo recomendable, evitando desviaciones a la izquierda que nos dejan en extensas zonas de erizones por las que es más difícil avanzar. Seguiremos dirección sur hasta una gran curva a la izquierda, tras la que nos iremos aproximando a la cresta. Repentinamente el panorama se abre hacia el este y vemos a lo lejos Cotiella, Peña Montañesa y Turbón. Divisamos también los llanos de Jánovas y sobrevolamos la Solana, zona con gran presencia de pueblos deshabitados, nos parece adivinar el grupo de viviendas que quedan en pie en Sasé.
Cotiella
 No ha nevado apenas en las últimas dos semanas y la insolación marca las diferencias entre las caras sur y norte de la Sierra de la Corona. Dejamos la pista y giramos a la derecha cuando es evidente que estamos cerca de la cresta que nos hará llegar a Corona, la primera cima, y descubrimos la nevada cara norte. No es un gran espesor, pero reconforta ver cómo cambia el color del paisaje tras recorrer las faldas de la monótona y desolada cara sur de la misma montaña. El blanco elemento nos alegra la vista y pasamos a divisar decenas de kilómetros de montañas, desde Collarada hasta el Aneto. Somos espectadores de primera línea de los espectaculares paredones de Ordesa, de las Tres Sorores, de las Tres Marías. Un inmenso escaparate que observamos mientras transitamos por el cordal que nos llevará a las otras dos redondeadas cimas: Punta Corona y Suerio.
Otal y Vignemale
Marboré, Cilindro, Perdido y Soum de Ramond
Picos de Eriste, Aneto, Vallibierna
Tránsito entre cimas: de Corona a Suerio, y de regreso Punta Corona
Sabocos-Tendeñera, valle del Ara, Oto y Broto
Gabietos, Taillon, Brecha de Roland y Casco
Suelza y Posets, sobre Mondoto
Bacún, Manchoya-Pelopín y Collarada-Telera. En primer término, Punta Corona
Las sombras en diciembre son alargadas

Retornamos por el mismo camino. Aprovechamos las últimas luces del día para ver detenidamente Asín de Broto. Lo merecen los numerosos detalles de arquitectura popular que vemos paseando por sus calles: chimeneas, tejados de losa, cuidadas bordas, eras, rincones con encanto.
Luces de tarde sobre Tendeñera
Asín de Broto



Manchoya y Gábalos al fondo


Nos llama la atención que desde sus calles se pueda apreciar Vignemale, ¿hay algún pueblo a este lado de la divisoria que pueda decir lo mismo?
Litro, a la izquierda. Al fondo, Vignemale. Vistos desde Asín de Broto
FECHA DE LA ACTIVIDAD: 26 de diciembre de 2012